
El 16 de diciembre hicimos mermelada de tomate en clase.
Estábamos con mucha ilusión, desde que Anabel nos dijo que haríamos mermelada en clase, y disfrutamos mucho.
Anabel pelo los tomates con un cuchillo que era peligroso. Después las estrellas, con unos cuchillos de punta redonda, partimos los tomates, les quitamos las pepitas y los dejamos en trocitos muy pequeños. A continuación pesamos el tomate que había salido y añadimos la mitad, de esa cantidad, de azúcar. Para finalizar, la primera parte, lo pusimos al fuego.
Al principio el fuego estaba fuerte y salía una espuma que Anabel iba quitando. Luego, durante una hora o más, pusimos el fuego más suave y lo removíamos de vez en cuando.
Cuando quedo espesita y cambió a un color rojo oscuro apagamos el fuego y la dejamos enfriar.
Olía muy bien y la metimos en la nevera para comerla mañana, al día siguiente, con unas tostadas y mantequilla.
El 17 de diciembre, a las 9 de la mañana, desayunamos en clase.
Anabel y Laura nos repartieron un plato, un cuchillo, una cucharilla, un poco de mantequilla y un poco de mermelada, a cada uno/a, y esperamos a que se fueran haciendo las tostadas en el tostador.
¡Cómo nos pusimos de comer tostadas! ¡Estaban de rechupete! ¡Nos comimos 2 panes largos y 3 chuscos!
A unas pocas personas no les gustó la mermelada de tomate y comieron tostadas de mantequilla; pero a la mayoría, la mermelada que hicimos, nos pareció exquisita.
¡Nos ha encantado hacerla!